Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
18 oct 2010
argh. 'Tiene novia'. Grrrrrrr. Pasamos de no darle importancia a una chica, que quizás ni conocemos, a detestarla. En fin, sin razones, sin ningún hecho cometido o por cometer, pero la odiamos. Bueno, si nos preguntan, OBVIAMENTE, SÍ vamos a tener una razón. Esa razón vendría siendo 'Él', que es el hombre en cuestión, ¿verdad? Porque nos encanta, y yo por lo menos no quiero rendirme. No, no, no & no. No. NO. Porque aunque cada vez se vuelva mas imposible, quiero seguir creyendo que puedo. Quiero seguir creyendo que ella se va a ir en cualquier momento, & que el se va a enamorar de mi. Él, MÍ principe azul. Mio. & no quiero permitir que me lo saquen tan fácil. Porque tiene algo que me encanta, & la novia, en definitiva, se puede ir a coser tapioca. Aunque no se va a ir, y el tampoco va a dejar que lo haga. Él tampoco va a venir conmigo. No se va a 'enamorar' de mi. No va a ser mi príncipe azul. No va a ser mío. ~
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