Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
2 feb 2012
P: Nosotros nos vamos a casar, no?
Yo: Eh... nosotros? yo con vos? vos conmigo? (él asiente, sonriendo, con esa sonrisa que me dan ganas de romperle todo menos el corazón) SIII, nos vamos a casar.
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