Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
12 nov 2013
Quiero dormirme escuchando la voz cascada de Sabina que es como mimitos de manos ásperas en el pelo.
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