Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
15 nov 2011
No es que a mi me gusten mucho los zapatos, ni que los ame, ni que tenga una seria obsesión con ellos... pero me es imposible ver esto:
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