Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
15 feb 2012
Ya no es con la mirada, ahora le dio la gana de atraparme en sus brazos.
Cansada de estar maquinando, loca por creer, en su viaje de humo y alcohol, más se pierde.
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