Me pidieron que fuera a mi lugar favorito de mi "mundo interno". Primero me vino mi cuerpo a la mente, mi pecho, mi corazón. Anatómicamente hablando. Después estaba adentro de mi corazón, era todo rojo. Del rojo paso a un azul total. Y cuando me quise dar cuenta el lugar era su habitación (aunque todo era azul. Y supongo que no era su habitación. Era mi habitación. Mi versión de un lugar. Mi lugar). Y estaba él, acostado. Yo estaba al lado suyo, abrazándolo y con la cabeza en su pecho. Será que nunca sentí cosa mas linda que tenerlo entre los brazos y escucharle el corazón, que nunca quise así y nunca me sentí tan completa y plena con alguien. Será que cada vez que lo extraño me imagino que lo tengo conmigo, o me acuerdo de lo bien que me sentía para calmar un poquito el dolor. Como un paño frío en la frente cuando tenes fiebre. Un caramelo de miel cuando te pica la garganta. Alivios temporales.