Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
9 ago 2013
Los huevos que no tuviste para jugartela, los vas a tener que tener para verla feliz con otro.
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