Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
12 ago 2011
Cambiar no siempre significa olvidarse. Cambiar no siempre significa para mal. Cambiar no siempre significa dejar de ser lo que soy.
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