Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
20 dic 2011
Me pasaron tantas cosas últimamente, y me puse a pensar que no las escribí acá. ¿Será porque no tuve tiempo? Me gusta dedicarle tiempo al blog. Si me pongo a pensar, es como... un mejor amigo imaginario. Sabe mucho más que muchas personas que considero realmente importantes en mi vida, por así decirlo. Es mi lugar de libre expresión, después de todo. Y cuando uno tiene pensamientos retorcidos como los míos... mejor compartir pensamientos con un blog que con una persona. No es que no defienda lo que pienso, ni que tenga algún problema al defender mis ideales o a mi misma a la hora de confrontar, es sólo que, la gente muchas veces no entiende ciertos pensamientos o puntos de vista. Y no vale la pena tratar de que lo entiendan, porque simplemente... ven las cosas distinto y no están dispuestos a entender que otra gente ve las cosas de otra forma que no es la suya.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario