corten los teléfonos,
denle un jugoso hueso al perro
para evitar que ladre.
Callen los pianos,
que el sonido del tambor se amortigüe.
Al pasar su ataúd,
permitan entrar a los deudos.
Dejen que los aviones,
al volar en círculos sobre nuestras cabezas,
escriban en el cielo:
“Él ha muerto”.
Pongan listones negros
en el cuello de las palomas blancas,
obliguen a los policías de tránsito
a usar guantes negros de algodón.
al volar en círculos sobre nuestras cabezas,
escriban en el cielo:
“Él ha muerto”.
Pongan listones negros
en el cuello de las palomas blancas,
obliguen a los policías de tránsito
a usar guantes negros de algodón.
Él era mi norte, mi sur,
mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche,
mi plática, mi canción.
Pensé que nuestro amor sería eterno:
Estaba equivocada.
Retiren las estrellas del cielo
eclipsen la luna
apaguen el sol
vacíen el océano
barran con los bosques.
Después de esto…
no puede haber nada bueno.
mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche,
mi plática, mi canción.
Pensé que nuestro amor sería eterno:
Estaba equivocada.
Retiren las estrellas del cielo
eclipsen la luna
apaguen el sol
vacíen el océano
barran con los bosques.
Después de esto…
no puede haber nada bueno.
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