Perdóname si por amarte falle, he decidido dejar de pensar en ti. Discúlpame si mi vida te entregué, mi error fue enamorarme el dia en que te conocí. Cada vez que veo la luna, le pregunto en donde estás. Me he quedado sola en esta oscuridad. Comprendí tu despedida porque te amé de verdad. Otra como yo no encontraras.
Mis relaciones afectivas siempre fueron así: difíciles de concretar (y hasta imposibles) y dotadas de una obsesión incandescente. Una obsesión que me consume, que me mata, que me hiere y que aún así defiendo.
25 jun 2011
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